En su nuevo y emocionante anuncio, Adidas sigue desafiando las convenciones y reafirma su postura como una de las marcas más influyentes en el mundo del deporte, y particularmente en el fútbol. El anuncio, cargado de emoción y humor, tiene como objetivo transmitir un mensaje poderoso: con la elección correcta de equipo, incluso aquellos que parten con menos ventaja en un campo competitivo como el fútbol pueden alcanzar la gloria.

Este concepto central se apoya en la idea de que las zapatillas adecuadas, en este caso las Adidas Predator, tienen el poder de transformar a un jugador, permitiéndole superar sus limitaciones y alcanzar logros que parecían imposibles.

Adidas, con una larga historia en la creación de productos deportivos de vanguardia, ha sabido construir a lo largo de los años una identidad de marca asociada no solo con la excelencia en el rendimiento, sino también con la innovación en la tecnología y el diseño.

Las zapatillas Adidas Predator, que ocupan un papel central en este spot, han sido sinónimo de poder y precisión en el fútbol desde su lanzamiento en 1994. Creada para satisfacer las demandas de los futbolistas más exigentes, la línea Predator se ha caracterizado por sus características avanzadas, como las aplicaciones de goma en la parte superior para mayor control y precisión en el balón, y un diseño agresivo que se asocia con el jugador audaz y decidido.

Legado eterno

Este legado de excelencia es el trasfondo perfecto para la historia que se narra en el spot, el cual combina de manera efectiva humor, emoción y un mensaje inspirador. El personaje principal del anuncio es Jude Bellingham, un joven prodigio del fútbol inglés que actualmente juega en el Real Madrid, considerado uno de los futbolistas más prometedores de su generación. En el spot, Bellingham, al que la marca ha asociado con la línea Predator debido a su habilidad para dominar el balón y su agudeza en el campo, se ve enfrentado a un rival poco probable: un humilde contable llamado Paul de Finanzas.

Paul es un hombre común que, tras ver un video viral de una niña de ocho años haciendo malabares con el balón, llega a la conclusión de que lo que le da a Bellingham su increíble habilidad no es su talento, sino sus botas Adidas Predator. Convencido por esta “teoría” de que las botas son las responsables del rendimiento de los futbolistas, Paul decide calzarse un par de Predator y probar suerte en un estadio de fútbol. El resultado es un golazo espectacular, que deja a todos asombrados y se convierte rápidamente en viral. La hazaña de Paul le otorga una notoriedad inmediata, lo que lo lleva a firmar un contrato como futbolista profesional y, en un giro sorprendente, acaba superando a Bellingham en la clasificación de máximos goleadores.

Este tipo de historia fantástica no es nueva en el universo publicitario de Adidas, que desde sus primeros días ha sabido conectar con el público mediante relatos que no solo celebran el éxito deportivo, sino que también destacan la idea de que todo es posible cuando se tiene la pasión y las herramientas adecuadas. El spot encarna perfectamente el espíritu del icónico eslogan de la marca: Impossible is Nothing. Este lema ha sido parte fundamental de la filosofía de Adidas desde su lanzamiento en 2004 y se ha convertido en un grito de guerra para todos aquellos que buscan desafiar los límites del rendimiento físico y mental.

Leyendas para hacer historia

El uso de figuras icónicas del fútbol en el spot, como los legendarios David Beckham y Zinedine Zidane, aporta una dimensión adicional a la narrativa. Ambas leyendas del fútbol, que han sido embajadores de la marca durante años, representan la culminación de una carrera dedicada a la excelencia y al trabajo duro. En este contexto, sus cameos en el anuncio funcionan como símbolos de lo que es posible alcanzar cuando se cuenta con el apoyo adecuado, en este caso, las famosas zapatillas Predator.

La campaña, desarrollada por la agencia creativa The Midnight Club y dirigida por Tom Emmerson, destaca no solo por la historia entretenida y emotiva, sino también por la calidad visual y la producción de alto nivel. El equipo de producción ha logrado crear una atmósfera de fantasía que mantiene al espectador cautivo desde el primer segundo, mezclando escenas de fútbol con un tono surrealista y cómico que hace que la historia sea aún más atractiva.

Guiones que surten efecto

Este tipo de enfoque narrativo es una de las grandes fortalezas de Adidas en su estrategia publicitaria. La marca no solo vende productos; vende una experiencia, un sueño, una posibilidad. Desde sus inicios en 1949, cuando Adolf «Adi» Dassler fundó la empresa en Herzogenaurach, Alemania, Adidas ha estado a la vanguardia de la innovación deportiva.

Dassler, quien anteriormente había creado su propia empresa de calzado deportivo con su hermano Rudolf (quien más tarde fundaría Puma) tuvo la visión de crear productos específicamente diseñados para mejorar el rendimiento de los atletas. Desde entonces, Adidas ha sido sinónimo de calidad, innovación y excelencia, no solo en el fútbol, sino en una amplia gama de deportes.

A lo largo de las décadas, Adidas ha sido el proveedor oficial de equipos y calzado para innumerables selecciones nacionales, clubes de élite y eventos internacionales. La marca ha sido una constante en los mundiales de fútbol, suministrando balones y ropa deportiva para eventos clave.

Además, ha sido parte integral del legado de jugadores como Franz Beckenbauer, Diego Maradona, Lionel Messi y, más recientemente, Jude Bellingham. Adidas ha sabido posicionarse como una marca que no solo acompaña a los grandes, sino que también se conecta con los aficionados al fútbol de todos los niveles, desde los amateurs hasta los profesionales.

El anuncio de las Predator no solo refleja este enfoque, sino que también toca un tema que resuena profundamente con los fans de todo el mundo: el deseo de superación. En un deporte como el fútbol, donde la competencia es feroz y las oportunidades son limitadas, la idea de que un hombre común pueda alcanzar la gloria solo con un par de botas se convierte en una metáfora poderosa.

Adidas transmite el mensaje de que, aunque el talento es importante, el equipamiento adecuado puede hacer una diferencia significativa. Las Predator, con su historia de éxito y su tecnología avanzada, se presentan como el vehículo perfecto para esa transformación.