Brasil es uno de los países del mundo con más accidentes de tráfico. El año pasado hubo alrededor de 48.000 muertes y 5.000 de ellas sólo en el estado de Paraná. Más de la mitad de estas muertes fueron provocadas por el consumo de alcohol. Para evitarlo, el Departamento de Tráfico de Paraná (Detran PR) ha llevado a cabo una acción de lo más creativa.

¿Cómo consigues que la gente deje de beber y conducir? En el Detran PR decidieron ir a los bares más tradicionales de la capital, Curitiba y hacer que sirviesen las cervezas en cubos hechos íntegramente de coches accidentados llamados Crashbucket. Sí, han cogido los materiales de coches estrellados que estaban en el desguace. Hasta ahí nada interesante, no es más que un simple cubo hecho con materiales reciclados. El punto fuerte es el parche pegado en el cubo: “Este cubo está hecho con partes de coches estrellados. El siguiente puede estar hecho con tu coche. No conduzcas después de beber”

Una idea de OpusMúltipla que consigue concienciar del riesgo de beber y conducir de forma muy creativa. Además, por lo que enseñan en el vídeo, hay muchos grupos que deciden tener un conductor y así no arriesgarse esa noche.

El poder de los recordatorios físicos

Los objetos físicos como el Crashbucket funcionan porque generan un impacto multisensorial. No solo se ve el mensaje, sino que se toca, se sostiene y se usa. Este tipo de estrategias han demostrado ser más efectivas que los anuncios convencionales porque involucran al usuario de manera más profunda.

Además, la iniciativa no solo genera conciencia en quienes reciben el cubo, sino que también se extiende a las redes sociales y medios de comunicación. Muchas personas compartieron fotos y videos de la campaña, lo que amplificó su alcance y llevó el mensaje a una audiencia aún mayor.

Más allá del impacto inmediato, este tipo de estrategias refuerzan la importancia de la responsabilidad al volante y pueden ayudar a cambiar hábitos peligrosos. Si más campañas de seguridad vial apostaran por este tipo de enfoques innovadores, quizás podríamos reducir significativamente el número de accidentes causados por el alcohol en todo el mundo.

La próxima vez que alguien tome una cerveza en un Crashbucket, seguramente pensará dos veces antes de conducir. Y si eso evita siquiera un accidente, ya habrá valido la pena.