¿Por qué fallan las ideas? La creatividad es una herramienta con la que recorremos un camino no lineal. Ir por una carretera de un solo sentido es una temeridad y en el mundo de las ideas también.
Si vamos a solucionar un problema de manera lineal no hallaremos la solución más efectiva. Sólo parches que servirán a corto plazo y de manera poco efectiva. No hablo sólo de problemas de comunicación. La creatividad sirve para mejorar un producto, la jerarquía de una organización o incluso a una empresa en general.

El objetivo

Lo primero que se debe tener claro es el objetivo. Y este no siempre está tan claro como creemos. Preguntarnos e ir más allá de la respuesta inicial será clave. Este es un trabajo que llevará tiempo pero que será clave para continuar el proceso creativo de manera útil. Esta es la creatividad que se trabaja.

Por ejemplo, Ikea no vende muebles. Vende una vida más fácil. Este es su objetivo.

Una vez se sabe esto ya hay una dirección hacia donde ir. Ahora la clave será afrontar la solución desde distintos puntos de vista, crear prototipos y probarlos. Es decir, toca trabajar aún más.

Un truco es apoyarnos en la visión de otros, ya sean posibles clientes, diseñadores, docentes o empresarios harán que nuestras ideas se enriquezcan. Usar técnicas de creatividad, individuales o en grupo. La clave es llegar a diseñar una solución original y que a su vez sea útil y adaptable. Así estamos mas cerca de unir creatividad e innovación.

Design Thinking

Poner en marcha ideas y probarlas, para después desecharlas porque no funcionan no es una derrota. Son pasos hasta llegar a una solución. Como nos enseña el Design Thinking, es importante analizar las razones por las que una cosa funciona y otra  falla, proponer soluciones y volver a probar.

La creatividad no es unidimensional. Si nos proponemos ir directamente hacia el muro que debemos sortear, chocaremos frontalmente. Hay que proponerse saltarlo, rodearlo o hacer un túnel para dejarlo atrás. El saber qué hacer y cómo será la idea necesitamos.