El otro día explicaba a unos amigos cómo es trabajar en una agencia como Hadock. Entre testimonios, quiero destacar las palabras de uno que trabaja en una gran agencia de comunicación y, por ello, su día a día es muy mecánico, diría que protocolario. La libertad a la hora de diseñar no forma parte de su diccionario laboral, la creatividad no tiene cabida. Está estancado.

Sorprendido, le comenté que la vida en una agencia pequeña es bien distinta: dinámica y acelerada. Las reuniones son una constante para que el equipo pueda alinearse con los objetivos de los proyectos. Además, se debe analizar con detenimiento todos los comentarios de los clientes al respecto. Para nosotros, un día típico varía desde sesiones de lluvia de ideas hasta la creación de bocetos iniciales, o el trabajo en diseños y presentaciones. Pero, sobre todo, ningún día es igual.

Por eso, creo que no hay mejor experiencia en tus primeros años que trabajar en una agencia más de trinchera, estando rodeado de compañeros talentosos y jefes experimentados en mil batallas. He podido ver con mis propios ojos que los más noveles, a día de hoy, son más capaces que nunca de asumir clientes por sí mismos. El mayor obstáculo al que se enfrentan es tener talento sin tener mucha experiencia. En una agencia, puedes construir exactamente eso.

En mi caso en concreto, a diario, termino adoptando un papel multi-tasking: tan pronto soy diseñador web como creador de logos o aprender algún tema que pueda ayudarme a mejorar en mi trabajo. Bueno, y para colmo, ¡he sido fotógrafo, también! Al final, en una agencia pequeña, la versatilidad está a la orden del día y esto te proporciona una experiencia y conocimientos -además de una autonomía- de los que se carece en las grandes empresas.

La especialización dentro de la agencia

Es cierto que cada diseñador está especializado en un área concreta, dado que cada cual tiene su talento. En mi caso, el diseño web es lo que más me interesa y en lo que estoy especializado. Hay otros compañeros que se dedican a la creación de contenido en redes sociales, creación de logos y creatividades que poder emplear en las páginas web y redes sociales o bien la búsqueda de nuevos clientes.

La especialización permite innovar a pesar de estar cercado en un área concreta. En mi caso, trato de nutrirme de otras webs que me inspiran, proyectos y, a partir de ahí, crear algo novedoso y original. Como decía Picasso: “Cuando llegue la inspiración, que te pille trabajando”. Por eso es importante buscar ideas mientras estás trabajando en un nuevo proyecto o retocando alguna parte de una web que no te ha convencido del todo.

El briefing: innovación y marca personal

En cada proyecto es importante conocer los gustos del cliente y tratar de agrandar su perfil. Hoy en día la marca personal domina las ideas en el mercado. Adaptarse o morir. Por ello, es importante crear una web que se adapte a la perfección al mercado apuntando a lo más importante: la imagen de marca. Enlazar el deseo del cliente con lo vendible no siempre es fácil.

Muchas veces hay clientes que prefieren una imagen de empresa que no se adecúa a lo que hay en el mercado y eso podría hacer que su marca no tuviese mucha visibilidad. En ese sentido, es importante saber aconsejar al cliente y tratar de unir lo novedoso y creativo con la tradición de la empresa.