En el artículo anterior os hablábamos de una campaña antitabaco. Pusimos en entredicho si era un anuncio publicitario o propagandístico. Hoy, aclaramos la duda. ¿Tú tienes clara la diferencia entre publicidad y propaganda?

Cuando uno hace publicidad lo que busca es un rendimiento económico y comercial. Quiere vender algo material o algún servicio. La propaganda, en cambio, tiene como objetivo vender ideas, opiniones, dar a conocer una doctrina, una creencia, etc. Quien hace propaganda no tiene como objetivo lograr un rendimiento inmediato.

Dicho esto, coincidiremos todos en que la campaña antitabaco del anterior artículo es un anuncio propagandístico, no publicitario. No te quiere vender tabaco. Te quiere vender la idea de que fumar es malo para la salud.

Si en el anuncio que vimos al final aparece el logo de Chupa-Chups, por ejemplo, sí que podríamos hablar de publicidad: la idea sería la misma, pero el objetivo del que hace el anuncio sería vender su producto: daría la idea de no fumar, pero que sustituyan el tabaco por su caramelo.

Lo que nos rodea cuando vamos por la calle, navegamos por Internet o vemos la televisión suele ser publicidad. Aunque, claro está, en época de campaña electoral la propaganda nos invade hasta en el buzón de nuestra casa: los partidos políticos nos venden una idea. Te dan a conocer una ideología para lograr votos. No hay un fin directamente económico.

¿Aclarada la diferencia? Aquí os dejamos un cartel publicitario y otro propagandístico. A ver si sabéis cuál es cuál. Fácil, ¿no?