La cadena de cafeterías Starbucks ha lanzado su campaña navideña con un mensaje que va más allá de sus habituales bebidas de temporada. De la mano de TBWA\London, Starbucks presenta una propuesta que apela a los matices emocionales y la esencia de las fiestas de fin de año, a menudo perdidos en la vorágine de compras, compromisos y largas listas de tareas.

La campaña, realizada con una combinación de sets en 3D, animaciones en 2D y técnicas de stop motion, da vida a un mensaje visual y emocional sobre la necesidad de hacer una pausa, conectarse con los demás y encontrar momentos de paz en el torbellino navideño.

Un respiro en medio del frenesí navideño

La estrategia de Starbucks se centra en posicionarse como un refugio para quienes necesitan un momento de descanso durante estas fiestas. En un mundo donde el estrés y la agitación suelen predominar en diciembre, la marca invita a sus consumidores a “dejar las prisas en la puerta”.

La campaña navideña sugiere que lo más importante no son los regalos o las decoraciones, sino la oportunidad de conectar con los seres queridos y consigo mismos. Este enfoque ha sido representado a través de una animación que mezcla varias técnicas visuales, evocando un ambiente de nostalgia y calidez.

Este estilo ha sido cuidadosamente elegido para resaltar la esencia de la marca: ofrecer un espacio para disfrutar y relajarse.

El marketing navideño no es nuevo para Starbucks; de hecho, es una parte central de su estrategia de posicionamiento. Desde hace años, sus campañas han sido reconocidas por lanzar productos icónicos como el Pumpkin Spice Latte y otros sabores de temporada. Además, sus populares tazas de Navidad, con diseños que evolucionan cada año, han marcado una tradición que muchos consumidores esperan.

En esta ocasión, Starbucks añade a su narrativa visual un enfoque innovador, incorporando un toque mágico que solo la combinación de animaciones en 2D y 3D puede aportar. La campaña aprovecha este dinamismo visual no solo para destacar su menú festivo, sino para crear una experiencia inmersiva que resuene con sus consumidores en un plano emocional.

Starbucks busca consolidarse no solo como una marca de café, sino como un espacio de refugio en esta época. Con cada campaña, su objetivo es conectar profundamente con el público y recordarle que la Navidad también es un tiempo de descanso y reconexión.