Seguro que te han enviado la campaña de Navidad de Ikea por más de un grupo de WhatsApp. En apenas cinco días llega a casi los 9 millones de visualizaciones. Cifra espectacular si tenemos en cuenta que es IKEA España quien hace el spot y no es internacional. ¡El poder de Internet!

No es una campaña publicitaria, sino que es más de relaciones públicas. No nos vende ningún producto. Nos vende un valor para que lo asociemos a la marca sueca. Un valor que sobre todo en navidades suele estar más a flor de piel: la importancia de querer a tu familia.

El anuncio plantea un concurso a diversas familias: si alguien falla una pregunta, abandona la mesa. Empiezan con preguntas sobre el mundo 2.0 podríamos decir: Instagram, youtubers, etc. Todos aciertan. Pero… ¡cambio de tema! Las preguntas empiezan a estar relacionadas con sus familiares: ¿conoces la canción favorita de mamá?, ¿cómo se conocieron los abuelos? Empiezan los nervios y las mesas se vacían.

Y es que Ikea da en la clave: los móviles y las redes sociales nos ayudan a estar conectados con el mundo, pero a la vez nos desconectan de los más cercanos. Que sí, que las tecnologías tienen muchas virtudes: en este mismo blog hablamos de ellas, como hace unos días cuando os enseñamos el anuncio con ritmo, nostálgico y espíritu navideño de Bouygues Telecom. Pero eso no quita que a veces un uso abusivo nos sea perjudicial.

Como medida extraordinaria y a modo de ejemplo Ikea ha anunciado también que del 24 de diciembre al 1 de enero cesará sus actividades en las redes sociales. ¡Que cunda el ejemplo!